29-05-2007

Esas intensas delicias colombianas

Hace ya algún tiempo que Luis Martínez, el Conejo, es celebridad pública. No tanto por haberse impuesto vendiendo maní en pleno Manhattan, sino además por compatir esos snacks con Chile. Y mató. Razones técnicas: maní más grande y menos seco que el típico, cobertura de caramelo más ligera y generosas bolsitas de papel para sentir más calentito el contenido. Hit y pasaporte a una fama merecida. Martínez partió casi de la misma forma que Bonifacio Guevara lo está haciendo en este momento. El también vende maní y lo hace arriba de las micros, con un saber hacer traído desde Colombia. Pero en esta oportunidad, los manicitos vienen cubiertos de coco rallado -de sabor penetrante y cálido- como también de granitos de sésamo -cuya suavidad se queda pegada en la boca y en la cabeza largo rato-. Diversidad dulcera que se expande por la ciudad y agradece, al menos de momento, cuando andar en micro requiere, quizá, de un dulce relajante. Si los ven por la calle ($ 200) vayan por ellos.

Delicias Colombianas
Bonifacio Guevara
Pedidos: 09-9320933 y 09-8383199

04-05-2007

El agraz: la hora de la inmadurez

No es amargo sino ácido y con propiedades más sutiles que las de los cítricos lo hacen un notable complemento para ensaladas y carnes blancas. Fue una de las sazones más populares del medioevo, pero fue desplazado por el auge del vinagre y el limón. A Chile llegó por medio de los españoles y echó raíces en la VII Región, desde donde quiere renacer nuevamente, tal como lo hizo hace pocos años en Europa y Estados Unidos. ¿Qué es? Simplemente jugo de uva verde, una vieja-nueva alternativa al mundo gourmet.

Publicado para revista La Cav. 2006

Tal vez las familias campesinas de Cauquenes no sepan que el jugo de uva verde usado para darle ese ligero toque ácido a sus comidas, posee línea directa con un pasado muy lejano; uno que por mucho supera la edad de este país e incluso de la tierra de quienes lo afincaron en Chile, los españoles. El agraz, ese líquido transparente y bien filtrado, que debe cuidarse de la luz y calor excesivos para mantener sus cualidades, era consumido habitualmente por romanos imperiales y por buena parte de los europeos del medioevo. Eso, antes de que los musulmanes aparecieran portando los limones desde el otro lado del Mediterráneo. Esa misma preparación, por lo demás una de las tantas tradiciones en peligro de extinción en los campos chilenos, vuelve no sólo por la nostalgia de revivir el pasado, sino por la necesidad de fomentar otros usos de una uva –de la variedad País- con precios en franco descenso, proyectando un icono culinario autóctono. Y a ojos actuales francamente novedoso.

En líneas gruesas, su elaboración consta del prensado, filtrado, estabilizado y conservado, del jugo de la uva verde. Lo que queda es lo que los franceses y norteamericanos llaman vertjus, su otro apelativo derivado de just vert (jugo verde en frances). A la vista, es casi agua con ligeros toques grises, tal como se pudo apreciar en uno de los laboratorios de Ingeniería en Alimentos de la Universidad de Santiago, donde se terminan los detalles finales de un proyecto de fomento productivo para el agraz iniciado en 2002, en conjunto con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (precisamente del área de Cauquenes) y el Fondo de Innovación Agraria. La idea fue crear las condiciones tecnológicas necesarias para su producción a gran escala. Y el resultado lo muestra Angélica Ganga, encargada de la dirección del trabajo en Santiago: saca una botella y vierte un poco de sobre una hoja de lechuga. Al olfato se aprecia la natural nota a uva, matizada con dejos a manzana verde; la intensidad aromática es ligera pero siempre está ahí, mientras que en boca la acidez aparece potente y se aprecia un sutil amargo hacia el final de la degustación. Allí hay que hacer dos alcances: la fuerza ácida del agraz es menor a la del limón y por lo tanto interviene menos el sabor de la lechuga y lo otro, prácticamente no se aprecia la sensación rugosa de taninos inmaduros.

Palabra gourmet

Actualmente posee un uso limitado dentro en cocina internacional. Francia es el país donde se usa con más frecuencia y casi siempre asociado a preparaciones clásicas, realzando el sabor de carnes blancas, principalmente de aves de caza. “También se usa como parte de vinagretas para ensaladas, como por ejemplo mezclada con mostaza que va muy bien con endivias y verduras de ese estilo” precisa Ariel Belletti, profesor de la Ecole Culinaire Française y entusiasta promotor del agraz, tanto frente a sus alumnos como en el proyecto USACH – FIA – INIA, del que fue partícipe. “El agraz puede producirse con cualquier uva; si lo quieres seco, puedes hacerlo con uvas del tipo Sauvignon Vert o Semillón; si se desea un poco más frutoso, de Gewurztramminer o Viognier.

Sucede que a lo largo del tiempo, el agraz ha tenido sus altos y bajos en términos de consumo. Era ampliamente conocido desde la época romana, donde existían varios tipos de este preparado. También aparece indicado en la gastronomía persa (se le llama gur) y en la cocina árabe-andalusí donde era conocido como hisrim. De acuerdo a investigadores franceses, el 42% de las recetas de Le Viander de Taillevent, el más conocido de los libros culinarios galos de la Edad Media, lo tenían en su composición. Desde esos años en adelante su consumo inició una imperceptible decadencia y su uso se redujo a unas cuantas recetas a contar del siglo XVIII. ¿Motivos? Posiblemente la potencia y aromas cítricos del limón o de las naranjas agrias tuvieron algo que ver. Eso lo diría el sentido común, aunque Ariel Belletti tiene una visión diferente. “Su uso bajó porque se impuso el consumo del vinagre de vino, pariente del agraz (hecho con uva fermentada y con ácido acético en su composición) mucho más fácil de conservar”, indica.

Desde hace más o menos una década que su uso ha sido redescubierto tanto en España, Francia y en Estados Unidos. En la Península, en Navarra específicamente, provocan una pequeña fermentación para descartar lo poco y nada de azúcar que posee. Una técnica extractada de libros hispanos que datan del siglo XII y ensalzada por grandes cocineros españoles de la actualidad como Karlos Arguiñano y Juan Mari Arzak. De acuerdo al canon clásico, el agraz sólo se debe preparar con uva para vino blanco. Sin embargo en Norteamérica son varias las marcas afincadas en el valle de Napa que lo elaboran con Cabernet Sauvignon o Merlot, buscando la renovación más allá de la tradición, como indicando de que lentamente y en varios sitios del mundo –el vitivinícola al menos-, se vienen nuevos aires para el producto. Quizás a estas alturas, el viejo dicho “de dulce y de agraz”, cobre otro sentido.

Nuevamente, un recorrido por restaurantes

Metropolitana
Tienen la gran suerte de contar con un cocinero joven, de buena formación y con ganas de sacarse de encima la mufa de haber cerrado un restaurante (La Cava del Mar, en Valparaíso). Entonces, lo que hay es una comida de bistró de trazo simple, mediterráneo y realmente sabrosa. Tiene dos niveles, donde la planta alta es mejor para tragos y piqueos mientras que abajo el tema es más comida. De todos modos, es un restaurante con alma de pub o viceversa… lo que se llama restobar, pero uno de verdad. Plato destacado: Tabouleh de Quinoa. Dirección: Huérfanos 2897, Santiago Centro. Teléfono: 6820700.

Emilio
Uno come en ese restaurante y se da cuenta lo conservadores que somos los chilenos. En Lima ese lugar pasa por comida peruana contemporánea y acá Emilio Peschiera tuvo que inventar ‘otro sitio’ para desarrollar a sus anchas su talento creativo, cosa que no tenía demasiado eco en su cadena de comida típica de nuestros vecinos. Pero ojo, no son descartes, sino platos que en algunos casos rozan la genialidad por prestancia a todos los sentidos. El lugar es un cinco estrellas por donde se le mire y –atentos- con un mejor timming, o al menos a menor velocidad, fuera de algunos ajustes en cocina (en la ejecución de ciertos platos) de seguro compraría chapa de fuera de serie. Plato destacado: Cuatro causas. Dirección: Escrivá de Balaguer 5970, Vitacura. Teléfono: 3556900

El Cid, Sheraton
Los detalles sobre detalles, la meticulosidad de corte clásico, la calidad del producto y un resultado de sabor muy por sobre la media, es lo que habitualmente se puede encontrar en el principal de los restaurantes de Hotel Sheraton. Josef Gander es el artífice y una ida allá valdrá lo suyo, pero sí que vale la pena el esfuerzo. Dicen que van a cambiar la escenografía luego y sería lo mejor. Le hace falta un retoque, aunque allí desde hace años que la comida es la verdadera estrella. Recomendado cuando se pueda hacer un esfuerzo extra o cuando salga la devolución de impuestos. Plato destacado: Salmón marinado tipo gravlax con alcachofas, pepinos y un cono de tártaro de salmón. Dirección: Av. Santa María 1742, Providencia. Teléfono: 7070000

Bistro CyV
Ya, ok, platos de más de 10 lucas para la realidad porteña suenan a quimera. Pero habrá que acostumbrarse y aceptar, además, que no en todos lados hay cortes especialmente diseñados para un restaurante y de cosas tan sofisticadas (y realmente sabrosas) como el waygú; que tiene una despensa de vinos con etiquetas nacionales y extranjeras y que mantiene un tono informal, aunque esté en una vivienda con 170 años de antigüedad. Plato destacado: Dirección: Papudo 416, Cº Concepción, Valparaíso. Teléfono: (32) 2493732.

Matsuri, Hyatt
Comida japonesa de verdad, con platos francamente espectaculares desde el punto de vista de la presentación y con sabores delicados. Es uno de esos lugares donde se eleva a la categoría gourmet, a productos dejados de lado por los cocineros locales y tiene que ser un extranjero quien nos los refriegue en la cara para poder apreciarlos. El jurel asado en costra de sal es el mejor ejemplo: un domo mezcla de sal y ralladura de limón esconde una hoja de repollo, que envuelve un grueso corte de alga, que a su vez aloja allí un pequeño trozo de pescado. El sabor de todos esos ingredientes llega al corazón mismo del corte, que se convierte en una joya gastronómica. Pero siempre hay un pero y ese es el servicio, sorprendentemente poco preparado para uno de los más lujosos sitios donde comer en japones dentro de Santiago. Plato destacado: el jurel. Dirección: Av. Kennedy 4601, Las Condes. Teléfono: 9501234

Baco
Este lugar tiene varias grandes gracias que lo hacen uno de los nuevos sitios atractivos de Santiago completo: intimidad para comidas de a dos, una cocina francesa clásica de bistró correctísima y por ende deliciosa, una cava de vinos con más de 100 etiquetas y un estándar de servicio agradable y nada ceremonioso (es que es un local rico en formato compacto). Si hay gusto por la comida conocida y bien hecha, y segundas intenciones después de la cena, ese es uno parador fijo. Plato destacado: Tártaro de Salmón al Jengibre. Dirección: Nueva de Lyon 113, local 6, Providencia. Teléfono: 2317658.

Taula D’Art
Muy a pesar de sus dueños, debe ser uno de los sitios más baratos de Santiago para comer gourmet. Pasa que no tienen patente de alcoholes (¡Qué talón de Aquiles es ese para los bolicheros!) y tienen que regalar el vino o los aperitivos. Lata por ellos, suerte para el que vaya, porque la comida es fina y de estilo moderno (sin ser vanguardia pura), a costos razonables ($ 15.000 por menú de degustación con seis opciones) y cuando los garzones andan animados (no fue el caso cuando se visitó), el lugar podría tomar un tono más alegre. De todos modos, recomendable. Plato destacado: Cordero Lechón envuelto en masa filo sobre risotto de charquicán. Dirección: Av. Francisco Bilbao 468, Providencia. Teléfono: 6346932.

Manolo’s
Comida española con la variedad de platos más reconocible para el público local. Desde Pulpo a la gallega a habas con jamón serrano, en formato tapa o bien en plato grande versión fondo. Los precios son razonables tanto en comida como en vinos, lo que sumado a un servicio de oficio y paciente, además de una estética moderna y simple, lo que hay es un espacio muy adecuado para el happy hour con algo más que tragos. Plato destacado: Costillar de Cerdo a Mostaza. Dirección: La Concepción 147. Teléfono: 2364655.

Del Beto, Providencia
Impecablemente amplio y todavía con olor a nuevo, es la réplica del famoso local del barrio El Llano. Por recetas chilenas no se queda atrás y son hartas, donde lo grande de los platos y su factura popular son las cualidades más resaltantes de su propuesta. El día que fuimos hubo de todo eso (además de un servicio ágil, atinado y entretenido) pero quedó al debe en lo que a intensidad de sabores se refiere. Un poco más firme el cocinero con los aliños y todo ok. A lo mejor fue un lapsus de esa noche nada más. O sea, hay que volver nuevamente y comprobarlo, porque el lugar vale la sentada. Plato destacado: Tabla Chilena. Dirección: Manuel Montt 1828 , Providencia. Teléfono: 2090206 y 2053024

Sabor y Aroma
Viene a ser ‘la gran esperanza blanca’ de los restaurantes chileno-internacionales en Independencia, ante la marea de restaurantes chinos en la zona. Tiene buena pinta, en general está bien servido y la suma de ambas partes predispone a una tarde-noche agradable. Pero los detalles le restan puntos: ¿Qué tanto cuesta sacarle la tripita a los camarones? ¿Por qué insistir en decirle cebiche a la peruana a algo que no es más que unos cuantos cubos de pescado sopeado? ¿Qué tanto subirá la cuenta si le echan más lúcuma a la torta merengue ídem? ¿O menos gusto a mero manjar del suspiro limeño? Demasiadas preguntas para una sola visita. Plato destacado: Chaumín. Dirección: Av. Independencia 1852, Independencia. Teléfono: 7377773

Sibaritas
Así, libro de historia de la cocina en mano, es una cocina que fue vanguardia internacional cuando en Chile estaba en su apogeo la Nueva Ola. Una Nouvelle Cuisine de opciones cuidadas, montajes recatados (para la época actual), algunos ingredientes orientales y ligereza de tono, tanto en salsas, como en preparaciones. Todo eso acoplado a un entorno bien tradicional desde el mozo con humita a la impecable pérgola del lugar. Ahora, no por viejo el ideario va a ser poco sabroso: la idea retrospectiva funciona muy bien, al punto de ser uno de los sitios importantes si se quiere comer con clase en Bellavista. Plato destacado: Filete Joaquín. Dirección: Mallinkrodt 184, Providencia. Teléfono: 7771470

Indigo
Lo bueno del lugar, más allá de estar en una de las orillas más bellas del Algarrobo Clásico (a un costado del Club de Yates), es que la comida llegó a la minuta, el producto era fresco y todo se hizo en medio del frenetismo de un día pesado como es un sábado santo en la costa. Tal vez dándole un poco más de expresión a los aliños, o aligerando algunas recetas, podrían destacar más; pero por lo general, gracias a un recetario más bien típico y un plato estrella, llama la atención como chiringuito de playa. Plato destacado: Pescado de roca en librillo de greda con queso. Dirección: Pasaje Club de Yates S/N. Teléfono: (35) 484205

El Sauce
Acá literalmente se van al chancho: chuletas, perniles, lomos y costillares. Nada más y nada menos; preparados con la perfección que entrega medio siglo de experiencia en hacer lo mismo, cosa que retribuye una clientela que llega alegremente a devorarse piezas de 700 o más gramos de peso, adobadas con aderezo secreto de la casa, ya sea dentro de la casa o en el patio cubierto. Very tipical chilean pork, en inglés porque es un sitio que tiene pinta y fama de ineludible en Lo Abarca (y en toda esa zona de la V Región) por típico para el turista. Plato destacado: Costillar de Cerdo con agregado. Dirección: Juan Palominos s/n, Lo Abarca, Cartagena. , Cartagena. Teléfono: (35) 437206

Mi libro

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Valparaíso a la Mesa, reúne las 47 mejores opciones para comer en toda la ciudad con más personalidad de Chile. Disponible en librerías de Santiago y V Región.

Asado de tira

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Asesino ¿No?