16-02-2010

Tips sureños para cualquier viaje


Una vueltecita por el sur y este es el resultado: una agradable paleta de sabores dignos de ser mencionados por sus cualidades en la mesa y por la tipicidad que le ofrecen a cualquier viajero en plan culinario. Pinchando más abajo se darán cuenta de lo que hablo.


Chilesandwich, Temuco: "Es una mezcla entre la Fuente Alemana y el Dominó", dice de entrada uno de sus dueños. Ese noble gesto de sinceridad son corroborados por varios detalles similares a estos respetables locales santiaguinos, a los que agregaría una vocación "macdonalizadora" de su gráfica, lo que tampoco es malo pensando en cómo les ha ido a los gringos en todos estos años. Pero a saber: posee dos pisos impecables y cómodos, una limpieza en toda su cadena de producción que salta a la vista (uniformes, mascarillas, blancura en todas partes) que redunda inevitablemente en la calidad con que llegan a la mesa su larga lista de productos. Su sandwichería es de estilo tradicional, con los consabidos italianos, completos y chacareros, con algunos detalles interesantes como el tamaño, la frescura del producto (ojo con lo verde del poroto del chacarero) y otros extra como sus sándwiches de plateada, un lujito. Súmese lengua, churrascos, vienesas generosas y ganas de servirle bien a la gente. Con sus plasmas bien instalados para la pichanga de turno, son una novedosa alternativa para que la sandwichería se tome la Araucanía. Sin duda con mejor pan para compensar las untuosidades de sus ingredientes y más variedades de cerveza (Grassau, Cráter o Colonos lucirían muy bien en sus estantes, a no ser que CCU ya los haya 'acogido')
www.chilesandwich.cl

Zuny, Temuco. Doña Zuny es una persona clave en la Araucanía culinaria. Es una de las pocas personas dedicadas a la curación (guardado) de semillas originarias. Porotos y sus derivados por ejemplo, mucho más que los 12 ó 15 tipos que pude hallar en el mercado de la ciudad. Ella, junto a un grupo de señoras, mantiene su propio restaurante lejos del centro, pero que conviene de todas maneras ir. Su trabajo con varios Toques Blanches santiaguinos la ha dotado de algunos trucos 'pro' (que se notan en sus salteados de verduras, por ejemplo) que hacen de este lugar una picada de primera. De partida, por poco más de $ 3.000, hay jugos de frutas y verduras, más un menú a la suerte de la olla, que en la oportunidad llevó a la mesa Humitas golosas y recién hechas, carne a la cacerola con verduras y un vegetariano que ya se lo querría cualquier restaurante de por estos lados, gracias a un peculiar aderezo caliente y agridulce de arándanos y queso. Una delicia que se debe reservar, sobre todo en hora de almuerzo.
Tucapel 1374 esq. Matta. (09)792 2295


Don Primo, Capitán Pastene: Para los que vieron años atrás Los Capo (esa teleserie de Sabatini donde hablaban todos italiano y así le fue en el rating), Capitán Pastene les debe resultar algo familiar: un pueblo de pioneros italianos metido entre bosques de pino y eucaliptus, a tres horas y media de Temuco (en micro de campo) y en medio de la zona mapuche (dependen de Lumaco, la tierra de los famosos charros). Una peculiar microcultura, donde la cocina estilo Emilia Romagna goza de sorprendente buena salud. Eso, a juzgar por las centenares de piernas de jamones que reposan hasta tres años en la añosa bodega de Don Primo, uno de los productores emblemáticos de la zona. Frente a sus dependencias, que pueden visitarse libremente, funciona un restaurante donde las pastas tienen preeminencia, pero su punto fuerte son las variantes del cerdo que se ofrecen, por ejemplo, a modo de antipasto. Jamón tipo serrano (por su salazón), sabrosos chicharrones prensados, salames y longanizas, o bien una cima o derivado del jamón servido en rodelas. Con un buen vaso de vino tinto y en las mesas que dan al jardín, no se sabe si eso es la Novena Costa o la campiña del norte de Italia
www.donprimo.cl

Covili, Capitán Pastene: acá es un poco al revés de Don Primo, al menos a primera vista. Hay antipastos y cerdos curados como manda la tradición del pueblo, pero acá el fuerte son las pastas. Tanto es así, que poseen una muy bien instalada sucursal en Temuco y frente al mall. Pero más vale ir por ellas a esta casita de madera, que a un costado de sus comedores cuenta con una fábrica de pastas en las que a diario se esmeran en preparar ñoquis, spaghetti, ravioles, capelettis y una larga lista de masas a la italiana. La pasta llega servida al dente, los rellenos no se salen de su cobertura (unos muy buenos de salmón ahumado, ricotta o longaniza de la zona) y la lista de salsas incluye desde la clásica boloñesa de corte casero (igual que su agradable atención), hasta una de avellanas a la crema sencillamente adictiva, irresistible incluso para los que piensan que las bases lechosas son más bien un tema del pasado. Bueno, allí parece que el tiempo se hubiera detenido.
www.pastascovili.cl

La Marca, Puerto Varas: es restaurante, que se nutre de la carne del local contiguo, de propiedad de los mismos dueños (uno de ellos, ex corredor de ganado vacuno) de este agradable comedor, a pasos de la plaza de armas de la ciudad turística de la X Región. Una parrilla bien afiatada, saca una larga lista de cortes, donde destacan no sólo sus cinco puntos de cocción, sino también un producto bien madurado, que aporta en ocasiones una consistencia blanda junto a un sabor intenso. Para quienes el gusto es lo que importa, un buen chuletón de buey puede ser una verdadera epifanía; lo mismo con el generoso corte de asado de tira. Para quienes la resistencia de la carne sea un problema, un trozo de lomo liso o cualquiera de sus interiores –criadillas, chunchules o crocantes mollejas- pueden satisfacer tales anhelos. Guarniciones a la altura y una carta de vinos acotada pero precisa, más una lista de precios que no seca los bolsillos (tomando en cuenta que es zona turística), lo transforman en uno de los atractivos de la movida restauradora de la ciudad.
www.restaurantlamarca.cl






03-02-2010

MIS PEORES RESTAURANTES. Sushita


Se abre esta serie con un sitio que no mejora porque no quiere, porque llega a quienes le importa el precio nada más y se olvida de la calidad ¿Y de quien es la culpa, del proveedor o del receptor? No importa, es malo igual. Su sola publicidad lo retrata de pies a cabeza.

La masificación del sushi en Santiago (hablando de sushi como genérico que engloba rolls, sashimi, niguiri, etc.) es un hecho afortunado, sano pensando en las cualidades nutricionales y en la frescura de un buen bocado de pescado crudo y arroz, por ejemplo. Pero una cosa es apelar a lo masivo y por extensión a lograr un bajo precio por un tema de economía de escala, y otra muy distinta es llenarnos la boca con arroz (qué más encima se nos desarma)más láminas casi transparentes de pescado o vegetales, redundan en un producto seco, más grumoso de lo deseable e insípido. O sea un bajísimo nivel de preparación por poca plata, que podría invertirse en otra cosa (un chapsui de cualquier garito chino es mejor por esas mismas lucas). Es barato, de eso no hay duda, pero a la medida del sabor y del apego a la receta, sale caro.

Además, poner como ‘rostro’ de la empresa al Negro Piñera ya es un atentado al buen gusto.

www.sushita.cl

Mi libro

Mi libro
Valparaíso a la Mesa, reúne las 47 mejores opciones para comer en toda la ciudad con más personalidad de Chile. Disponible en librerías de Santiago y V Región.

Asado de tira

Asado de tira
Asesino ¿No?