01-09-2008

CRITICA DE RESTAURANTES - Don Gaviota: la caleta de Santiago Norte

Picada de barrio bien montada, con una buena dosis de producto fresco y preparaciones tradicionales, que hacen patria en esa zona de la ciudad.

De fondo suena Zalo Reyes en vivo; la mejor bienvenida musical para un lugar que puntúa como el paradigma de la picada. Una de barrio, bien montada por impecable y adornada; además de orientada a los productos de mar en un sector donde pocos podrían esperarse otra cosa que no fuera una shopería, un carro de completos o un restaurante chino. En cierta medida, Don Gaviota hace patria en Santiago Norte, con productos destacables por su calidad, precios a prueba de tacaños y con una cocina de raíz caletera. Folclore comestible con un buen atado de virtudes y otros tantos puntos por pulir.

Dentro de la sencillez de su oferta hay puntos sublimes. Si hay Erizos ($ 3.990), se piden a ojos cerrados. Son de Tongoy, de lenguas frescas, gorditas, cremosas y en buena porción. Las sirven con tostadas hechas al momento, gran detalle. Si la recomendación de la casa dice Locos ($ 4.490), quiere decir tres grandotes y cocidos con la consistencia justa. Ahí lo malo es que vienen con mayonesa envasada. Tarea para la casa: o la preparan ahí o simplemente solas saben mejor.

Las Machas a la Parmesana ($ 3.990) llegan en lebrillo de greda y abundan en medio del queso. Aprobadas. Su Pastel de Jaiba ($ 3.990) resalta por su sazón más que por la cantidad de carne en la porción. Mientras, en el área pescados, la Albacora a la Mantequilla ($ 3.990) en vez de presentarse en dos delgados cortes, pudo haber sido uno y grueso, para lograr que fuera más jugoso y para resaltar una carne de gusto elegante, sólo cuando está a punto. En postres la generosidad resalta en una gran Leche Asada ($ 1.250).

El ambiente es familiar, el servicio preocupado de atender bien a la visita –sobre todo al cliente primerizo- con amabilidad casera. Un ambiente de estampa criolla con un punto bajo: los vinos. Necesitan ir a la UTI por su peligrosamente elemental selección de botellas, algunas francamente oxidadas. A modo de recomendación: algún Sauvignon Blanc del año o un Chardonnay con un par de temporadas en el cuerpo a lo sumo, le sacarían lustre a esta picada que en este septiembre que comienza, también es comida criolla de la buena.

Dirección: El Roble 1190, Recoleta.
Teléfono: 6211838
Horario: Mi. a sá. de 13.00 a 23.00. Do. a ma. de 13.00 a 17.00 horas
Consumo promedio: $ 8.000
Calificación: 5,5

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