08-09-2008

¿Sí? Comer menos carne reduciría las emisiones causantes del Efecto Invernadero


Presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) y vegetariano declarado, recomendó que la gente debería empezar dejar de comer carne, paraposteriormente recortar más el consumo. Con eso se reducirían las emisiones de gases y la destrucción de hábitats naturales por la cría de ganado ¿Alguna opinión al respecto?

Juan Pablo Meneses es el autor de La Vida de Una Vaca. Ahí relata su experiencia como ‘ganadero’, criando en la mismísima Argentina una vaca durante tres años, para luego venderla para que terminara servida como bife. Allí, en medio de las necesarias explicaciones respecto al por qué se trata de un artículo primera necesidad del otro lado de la cordillera, se detiene en un pequeño detalle: compara a los vacunos como pequeños motores que comen pasto para generar carne. No estaba tan alejada su analogía. Un animal -cualquier animal- se comporta básicamente como un motor, consumiendo combustible (pasto o lo que sea) y oxígeno, para generar energía y residuos como el dióxido de carbono, los mismos responsables del ‘efecto invernadero’.

En términos simples y en teoría: mucha ganadería equivale a mucho gas y menos espacio para por ejemplo, criar vegetación con fines agrícolas o recuperar un bosque. Eso, dicho por cualquier vegetariano militante, de esos que suelen ser desagradables pontificadores de las verduras como tabla de salvación para el corrupto mundo alimenticio que vivimos, apenas le importaría a sus pocos (pero convengamos, crecientes) partidarios. Ahora si el que lo dice es Rajenda Pachauri presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) y además Premio Nóbel de la Paz 2007, la cosa llama la atención de muchos. Digamos, a una escala global.

Proviene del país con más vacas en todo el mundo, precisamente porque no se las comen, pero su postura no deja de ser interesante. Le aseguró al diario inglés The Observer que, un cambio en la dieta sería muy importante en la lucha contra el cambio climático, porque con la reducción del consumo de carne se reduciría a su vez las emisiones de gases de efecto invernadero y problemas ambientales como la destrucción de hábitats naturales por la cría de ganado.

Asegura que la masa ganadera mundial incluso emite más gases invernadero que los autos que circulan por el planeta. Dato no menor pensando en quien lo indica. Al respecto, Sólo unas cuantas preguntas ¿No será mejor llegar a la pega a pie, en Metro o darle una chance al Transantiago con tal de gozar de un asadito? ¿Quizá sea más razonable apagar las luces del dormitorio que dejar de comer un Barros Luco? ¿Si dejamos de comer pechugas de los chilenazos pollos-pescado seríamos humanos más concientes? ¿Qué pensarán de esta idea en Argentina, que tiene una vaca por cada uno de sus 40 millones de habitantes y cuya cultura gira en torno a las vacas? Si se les ocurren otras interrogantes por el estilo, pasen por acá. Mientras, iré por algún churrasco. Caminando, por siaca.

1 comentario:

Unknown dijo...

excelente, sin duda que nuevamente esto demuestra que somos los primeros responsables del efecto invernadero, esta analogía puede ser utilizada en casos similares, excelente reportaje...

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