06-11-2009

COMENTARIOS CERVECEROS


A.K.Damm
Cataluña. $ 1.200
Una de las joyitas del catálogo de esta cerveza, recientemente ingresada al Mercado ¿Por qué? Fuera de su elegante apariencia, ofrece todo lo que se espera de una buena lager masiva: clara, límpida, con espuma y burbujas delicadas, sumado a una boca abundante en sensaciones a grano pero sin llenar la boca, junto con un amargor que se manifiesta de forma constante y a la vez tenue. Ideal para apear el calor, cuando este comencé a ser un compañero de mediatarde.Con qué me la como: Calamares a la romana, Pernil con chucrut.

Szot Pilsner
San Bernardo, Santiago. $ 1.200
Turbia y espumosa, ya de partida difiere de otras lager criollas. Un outsider, que advierte su carácter a través de notas herbáceas y a lúpulo bastante reconocibles. Luego, en boca, ese par de sensaciones aumenta gracias a un amargor persistente y una pizca de acidez que refuerza su poder refrescante. Como en otras variedades de esta casa cervecera, se dejan querer entre quienes buscan distinción por medio de la potencia. O dicho de otro modo, para una inmensa minoría.
Con qué me la como: Tiradito de corvina, Pizza con anchoas

St. Bernardus Tripel
Belgica. $ 1.700
De las más recientes cervezas de abadía (hecha por monjes o con fórmulas de religiosos o abades belgas u holandeses) llegada a Chile. Su registro aromático es claro: harta flor y fruta blanca, que presupone una chela potente. Ni tanto. Porque pese a sus 8º de alcohol no posee un cuerpo voluptuoso, ni la complejidad de otras congéneres. Sí un amargor punzante que cruza la degustación de principio a fin, y a la postre es su gran valor; porque esa cualidad la transforma en brebaje refrescante, pese a que sonroja las mejillas mucho antes de terminar la primera botellita.
Con qué me la como: Chapsui de carne o ave, Pollo asado con papas fritas o salteadas.

Del Puerto Porter Robusta
Valparaíso. $ 1.350
Pensando en que esas grandes negras extranjeras, en Chile son obscenamente caras, bien vale apelar a la sustitución de importaciones. Productos como esta porter fortificada porteña ayudan a calmar esa ansiedad. Tiene buen lejos: color oscuro profundo y espuma beige consistente. Su aroma transita entre el tostado intenso, el chocolate dulce y un lejano toque ahumado. En boca, esa lógica de sensaciones se repite, en un cuerpo medio y un amargor moderado. Un interesante ejercicio de estilo, venido desde esta emergente casa cervecera.
Con qué me la como: Alitas de Pollo en Salsa Barbacoa, Costillar de Cerdo a la Parrilla.



1 comentario:

Jim dijo...

¡Felicidades! Llegaste al New York Times. Vea: http://travel.nytimes.com/2009/11/08/travel/08journeys.html?ref=dining

Jim

Mi libro

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Asado de tira

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