08-04-2009

COMENTARIO RESTAURANTE: Ibis de Puerto Varas: una mirada tradicional

Resume el comer chileno marino fino, mirado en retrospectiva. Donde una pizca de sazón extra podría marcar la diferencia entre correcto y superior.


Ubicación. Premisa esencial para cualquiera que busque hacerse un nombre entre la jungla de la restauración. El caso de Ibis de Puerto Varas, estar en el mejor vértice de Borderío, le aporta un protagonismo superlativo dentro del complejo de restaurantes de Vitacura. Eso, más un nombre importado desde el sur, diversidad en productos marinos y su ambiente elegante, crean un producto potente. Un enclave llamativo, donde comer fino significa echar mano a un amplio recetario tradicional, para regocijo de un público amante de lo típico. Esa es su fortaleza: la de mantener un statu quo culinario anclado al siglo XX y a los recuerdos marinos de sus comensales, una clientela de preferencia adulta que lo llena -literalmente- a diario. Se recomienda conseguir mesa vía reserva. De lo contrario, los minutos de espera están garantizados y en ese caso, tomar el aperitivo en su pequeña barra no es mal panorama, tomando en cuenta la atención cordial de un servicio experimentado en aglomeraciones.

Ahí, el Pisco Sour ($ 2.500) llegó totalmente a la chilena y resaltó como la especialidad de la casa, a diferencia de un Kir Royal ($ 2.700) demasiado pasado a cassis y a la postre un colorido pero empalagoso entrante. La carta es grandota, extensa (más datos en www.borderio.cl), donde la suavidad del sabor criollo predomina. Primero en un Cebiche de Corvina ($ 5.600) cortado en dados grandes –la única concesión a su par peruano-, lleno de carácter alimonado y sabor local sin picor. En el área de las entradas calientes, los Ostiones Grillados al Oporto ($ 5.800) son una salida de libreto por su tono agridulce, aunque sin mucha complejidad ni mucho sabor a marisco a decir verdad.

En los fondos, dos extremos de calidad culinaria; por un lado una gran porción de Merluza Española con Almejas Pochadas en Salsa de Limón y Perejil ($ 7.500), donde la delicadeza del pescado se acopló de buenas a primera con almejas blandas y robustas, bañadas en una salsa con delicado brío ácido y vegetal. El mejor plato de la noche, contrastado con un Caldillo de Congrio ($ 6.900) que en la web dice ‘Pablo Neruda’s style’ pero no: no tenía ni camarones ni crema como reza la célebre oda y cero intensidad en su caldo. Paso.

Para destacar, una lista de vinos amplia y bastante comedida en términos de precios, como la botella de Chardonnay Veramonte Reserva ($ 11.800), recomendada por el servicio y que fue partner en cada plato. En la recta final, una robusta Torta Tres Leches ($ 2.800) y un Celestino con Helado ($ 2.300) calentito, sabroso y a la minuta, cerraron una cena donde rondó, a modo de resumen, el concepto tradicional-correco, salvo por el affaire nerudiano. Una devoción a conservar, donde con un poco más de picardía en la sazón, subiría sus bonos como centro de lo que se entiende por chileno fino.

Dirección: Borderío. Escrivá de Balaguer 6.400, Vitacura
Teléfono: 2180111
Horario: lunes a domingo de 12.30 a 16.00 y de 19.30 a 00.00 horas
Consumo promedio: $ 20.000
Calificación: 5

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