
Si ya no es un clásico, al menos va camino a serlo. En restauración, una década es igual a una eternidad. Es alcanzar la madurez y Prego la tiene. Su personalidad está plenamente asumida en torno a la robustez culinaria y fórmulas apegadas a la tradición italiana. La del producto fresco y porciones generosas a costa de lo que sea. Un estilo acá preferido por gente grande; la pareja madura o familias enfiestadas con retoños listos a enrolarse en los placeres de una tratoría en serio como esta de Las Condes. Un recodo, otro más, para que lo típico diga la última palabra.
Bien ubicado a metros de Apoquindo y ajeno al mundanal tráfico. Nada mal, porque ser íntimo a un par de cuadras de Escuela Militar ya es una gracia. Lo mismo su onda de taberna de aspecto sólido, con harta piedra y grandes espacios donde el cuero y la madera recia refuerzan las intenciones conservadoras. Hasta las fotos de amigos famosos –en realidad, ya no tanto- colgados en las paredes, aportan un aire reposado y por qué no, noventero. Bajo ese contexto su comida basada primero en pastas, luego en carnes y pescados, luce interesante por su tamaño y sabrosa gracias al oficio de su cocina. Partiendo por platos como el Fetuccinne e Bocconcini di Filetto ($ 7.900), pasta firme y sabrosa, que contenía dados de filete de intenso sabor gracias un salteo dedicado en champiñones y verduras. La lista es larga en ese segmento, destacando también los Ravioles Carlomagno ($ 7.900), rellenos de camarones ecuatorianos y salsa de mantequilla. Típicidad pura.
En mariscos y pescados hay harto que decir. El Baby Polpo Alla Griglia ($ 7.900) es una gratísima sorpresa: pulpitos enteros salteados hasta decir crocantes, blandísimos y delicados, apenas apoyados con láminas berenjenas grilladas y ensaladas. Un plato para ponerlo en un marco. Tras ese punto altísimo, surge una carta efectiva, que trata bien a los pescados a la hora de la Corvina alla Livoresa (8.500), con la carne a punto y cubierta de una salsa ligera de mariscos y acompañado de un panaché de verduras realmente al dente y sabroso. Lo mismo para el Cebiche della Casa ($ 4.900) salmón marinado al limón y oliva, más cubitos de palta. Rico y el pequeño aporte chilenizador a la carta.
Un servicio a la antigua, de corbata, preciso y con mañas bien disimuladas. Una carta de vinos que requiere ajustes en términos de diversidad, sobre todo en su carta por copas; una selección de postres -Tiramisú ($ 2.800) o Nuovo Cannoli Siciliano ($ 2.900), entre otros- donde nuevamente aparece la generosidad y la simpleza como denominador común. La suma de partes, da como resultado una trattoria de buen comer e ideas claras. Ni más ni menos.
Dirección: San Pascual 72, Las Condes
Teléfono: 2087550
Horario: lunes a sábado de 12:30 a 16 hrs. y de 19:30 a 00 hrs. Domingo de 12:30 a 16.00 horas.
Consumo promedio: $ 15.000
Calificación: 6
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