21-11-2008

CRITICA DE RESTAURANTE. Soul of India: convincentes

A ratos recatados de sazón –siempre atentos a clientes de gustos suaves- el lugar viene a llenar con corrección, un estilo de comida que se echaba de menos a nivel de restaurantes, en el sector Oriente.

Más que restaurante, Soul of India posee la vocación de un restobar con alto tonelaje especiado. Esa sensación surge en cada rincón, a cada momento: en una carta de vinos menor a la de tragos, en el electro-dance-oriental sonando; en su servicio más bien lento en almuerzo, o en una deliberada penumbra ambiental, apenas rota en el comedor de fumadores y por unas cuantas lámparas encendidas casi por cumplir. Todo aquello denota que la noche le sienta mejor al local, aunque para efectos culinarios eso importe poco. El resultado a la mesa convence por su inspiración oriental y entretiene porque se adapta al paladar criollo y sus suavidades.
Pero partieron en frío, con un Mix Veg Platter ($2.900), selección de picoteos de la casa, con gusto a poco, salvo por una samosa (empanada de verduras) de buen tamaño, relleno generoso y condimento potente que salvó al plato. Hay Tandoor (horno) o frituras finas en la zona de entradas, donde el Murgh Pakora, pollo apanado en especias y harina de garbanzo lució por generoso, cobertura crocante aunque tímido en el especiado. Lo conocido por indio en Chile suele tributar a guisados enjundiosos, cruzados por la terneza de carne, pescado o vegetales del porte de un bocado. En esa área la cocina de Soul se mueve con soltura, en el Paneer Makhani ($ 5.700) por ejemplo: cubos de queso en una rojísima salsa de almendras, mantequilla y massala. Delicioso en su suavidad. La mano oriental se puede poner pesada si se quiere. Mutton Kesari significan dados de cordero cocinados en coco y azafrán, que pedido al estilo indio quizá saque sudor y lágrimas, pero sabe bien en su intensidad. A la hora de verter el especiero, pueden correr a dos bandas.
Para el aficionado a lo dulce hasta el empalago, comer en clave india es imperdible. El Kulfi ($ 3.100), es pura leche condensada y fino picadillo de pistacho, que endurecido al frío casi puntúa para helado. Correcto. Otros extra: Massala Lassi ($ 1.400), yogur líquido cargado al comino o Bangla ($ 4.900) 600 cc de refrescante cerveza india pero con suficiente cuerpo para no pasar desapercibida. Algo parecido a la personalidad de este local de Vitacura.

Dirección: Vitacura 4111, Vitacura.
Teléfono: 2282825
Horario: Lunes a sábado de 12.30 a 00.00
Consumo promedio: $ 15.000
Calificación: 5,5

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