31-08-2010

Llega la malta tropical... hecha en Chile

Maltín es más que un nuevo producto derivado de la cebada. Se trata de un ejemplo del cómo los nuevos chilenos, los inmigrantes, demandan gustos cercanos a su tierra de origen, y que preparados en nuestro país se acercan a ese objetivo. Aunque siempre con un dejo de sabor local que lo hace único. Ni más ni menos que comida fusión en versión líquida, rica y saludable. Una buena forma de mirar el septiembre bicentenario, más para adelante que para atrás.

La fuerza de la costumbre durante años y años hizo que en Chile a la cerveza negra le llamáramos malta a una cosa que debe llamarse cerveza negra sin más. Esa variedad cervecera, como todas las chelas del mundo, debe tener algo de cebada malteada (grano germinado y luego tostado) para llamarse como tal. Pero de ahí a llevarse el nombre completo, hay bastante distancia. De lo que habla esta nota es del juguito del grano, que es la base con que se elabora una chela, pero sin que llegue a convertirse en tal porque no transforma sus azúcares en alcohol.

El resultado es un brebaje único, que ya posee dulzor natural aunque se le agrega más azúcar para que llene más el paladar y, quizá, sea para que le guste a los niños. El caso es que la malta es casi una obligación como refresco o desayuno para miles de colombianos, panameños, venezolanos y ecuatorianos, quienes la beben bien fría bajo el calor tropical, para que el empalago de la caña de azúcar no se note demasiado. Un sabor que gracias a la gran ola inmigratoria llegada a Santiago (sólo en el país hay 11 mil venezolanos, ya se imaginan cuántos más de otras nacionalidades andan rondando por acá), ha permitido que en Chile se produzca un producto tal como se lo quisieran en Cali o en Maracaibo, pero hecho en San Bernardo y llamado Maltín (su página web -www.maltin.cl- no funciona... esperemos que algún día se acuerden de ella).

A qué sabe este líquido negro: posee un gusto a grano que llena la boca de manera poderosa, con notas a caramelo agradable, con escaso dejo de amargor y una intensidad dulce menor a la de otros colegas suyos (la colombiana malta Pony, disponible en Chile), quizá porque acá se deba usar azúcar de remolacha en vez de la de caña. Pero ese mismo detalle de menor azucarado, le aporta una sensación más refrescante y por qué no decirlo, criolla. Un poco menos de carbonatación le haría bastante bien para que la espuma no salga de la botella sin que uno lo desee, pero heladita tiene un gusto muy especial y para días más cálidos, pensando en niños y en amantes de la cerveza que deben manejar, puede ser una grata experiencia.

Se vende por caja de 12 por $ 6.700 o de 24 a $ 12.700. Por ahora sólo la distribuye su dueño a domicilio si se comunican a su grupo de facebook (Maltine Malta) o la piden directamente a ventas@maltin.cl


1 comentario:

Osvaldo dijo...
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