18-10-2010

Kross, de aniversario y con chela nueva: Lupulus

Mesitas en blanco, invitados con pulsera identificatoria, buses para ir y regresar desde los campos de Curacaví sin tener que manejar, música bien elegida; jeans, zapatillas y poleras con poncheras caminando libremente por el patio y departiendo relajadas gracias a ese sopor en buena que sólo la cerveza puede aportar. Ese contexto fue el de Kross en su encuentro aniversario, que ya es un evento chelero cada día más VIP. Y fue mejor, porque la comida alcanzó para todos y no como el año pasado, donde el carrete fue agradable en lo jugoso, pero sin comida y con peligro de muerte al salir manejando a la 68. O sea, este 2010 se aprendió de lecciones anteriores y hubo tiempo para conocer la última de las botellas experimentales de esta empresa, que pensando en el verano se inclinó por la frescura ligera que puede aportar una variedad con más amargor que lo habitual.

Lúpulus es una variante a la que se agrega mucho más de este ingrediente dentro de la cerveza, ya no en pellets sino en flor suelta, abierta. Por ende se aprecia una mayor concentración aromática en tonos herbáceos y que huelen entre otras cosas, derechamente a cogollo de marihuana, pero esa de excelente calidad que se consigue entre amigos (Nota de la Redacción: estas especies son primas hermanas, aunque sólo una de ellas concentra poder narcótico). Así que un maridaje entre ambas plantitas es de lo más recomendable desde la perspectiva del sabor. Ahora el lúpulo también aporta lo amargo de una chela, y en eso el panel improvisado de las mesas circundantes post asado fue bastante claro: le falta peso. Se queda corta en lo bitter y en eso estamos de lo más de acuerdo. Pero en ese punto se debe recordar una cosa: por muy experimental que sea, esto se trata de un negocio y el respetable local se arranca de las mezclas demasiado amargas (la Indian Pale Ale de Capital reduce esa cualidad al mínimo para, precisamente, poder venderse), así que mejor no culpar al productor en esta vuelta y tratar que el consumidor sea menos mamón. Pero eso es un tema de largo plazo y en eso, este modelo Kross 2010, es un buen punto de partida para crear la necesidad de nuevas sensaciones al paladar.


Nota: a este evento fui invitado por los organizadores


El acceso principal, en un ambiente tranquilo que permite pensar mejor las cosas y hacer chela con personalidad.


El año pasado el aniversario fue un alegre caos (se acabó la comida temprano y a las cuatro de la tarde el 90% de los invitados daba(mos) jugo). Hoy las cosas estaban más organizadas. Como casi siempre, se aprende andando. Y casi todos salimos como caballeros.

La ampliación de la planta. Ahora tienen capacidad para 250 mil litros al mes. De microcervecería, nada. De empresa pro que consolida el consumo de cerveza alternativa en Santiago, mucho.

La estrella de la tarde en versión botella. Para algunos mucho golden en la etiqueta pero es cuestión de gustos. Por este lado, recordó el afiche de El Libro de la Selva. No está mal.

La estrella de la tarde, en versión barril. Quizá esta escena se repita en varios bares durante el verano

Su stout sigue siendo una de las más consistentes del mercado. Sobre todo si se sirve desde el barril al vaso

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