16-10-2010

Un almuerzo en el Peyo




Al Peyo, ese clásico comedor de comida chilena de Ñuñoa, le queda harto carrete todavía. Para fortuna de sus aficionados quedaron bastante lejos sus tiempos de crisis tras la muerte de su primer dueño y fundador Carlos Hann en 2002. El protagonista de la recuperación se llama Olguer Inostroza y no es un inversionista cualquiera. Antes de hacer su fortuna instalando antenas satelitales y en telefonía, fue un garzón del restaurante, y desde esa posición fue testigo de su primera gran época dorada del lugar en los años '80. Así que el hombre posee el conocimiento del entorno como para desarrollarlo, y la mística de quien vio crecer el negocio desde abajo. Más encima, se maneja con los números. Ya instaló un local en Manuel Montt (Providencia) y ahora se prepara para incursionar con la marca allá por Osorno, donde con suerte hay un par de locales que a ratos sirven comida digna. Supongo que les irá bien.

Tampoco es de los que dejan las cosas al azar en términos de promoción de sus negocios. Así que para potenciar su visibilidad en el medio contrató al periodista Felipe Cortés. Un personaje conocido en el mundillo de los cronistas culinarios por ser experto en marquetear locales como aquel. No por nada se lo levantaron nada menos que desde Puerto Fuy para hacer la pega de la promoción. Es en ese plan que llegamos (digo así porque me acompañó Isidora Díaz de www.lasartenyelmango.cl) y nos abocamos a la tarea de calzarle los puntos a este lugar en su emplazamiento original en Lo Encalada.

Lo Encalada 465, Ñuñoa.
2740764 
Consumo promedio: $ 10.000

Nota: a este restaurante fui invitado por sus dueños

Plateada que se corta con el tenedor, con la porción justa y un sabor que confirma que se trata de la especialidad de la casa.
Es una gracia tener garbanzos, pero necesitan un poco más de sabor y enjundia para resaltar. Por mucho que la longaniza estuviera de primera. 


Erizos al matico de Huasco. Cremosos hasta decir basta, que resaltan el toque yodado de este manjar de los dioses. Espero que aún estén a precio promocional 

Guatitas a la jardinera con papas fritas. Otro plato olvidado que allí tiene momentos especiales.

La cazuela la lleva. Rica





1 comentario:

mónica álvarez lama dijo...

Buenas noticias para quien conoció el Peyo en su época de gloria en la cual había que hacer cola para obtener una mesa.La resurreción existe.

Saludos desde Ñuñoa

Mi libro

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Valparaíso a la Mesa, reúne las 47 mejores opciones para comer en toda la ciudad con más personalidad de Chile. Disponible en librerías de Santiago y V Región.

Asado de tira

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