16-11-2010

Una vuelta cortita por el comer de la Araucanía

Hace más de un mes solicitaron la presencia de UnoCome en un evento a primera vista curioso -y algo confuso a decir verdad- que se realizó los días 3 y 4 de noviembre, días que aproveché además para reportear una de mis notas póstumas para revista Wain. Se trató de la primera Expo Gourmet Araucanía, una suerte de feria de productos tradicionales (o al menos elaborado allá) y concurso de la zona de Pucón, Villarrica y alrededores de lo que se llama por esos lados "Araucanía Andina". El mensaje fue preciso, sinceridad que se agradece de parte de las autoridades: "que lo mapuche no sólo se asocie al conflicto por las tierras". Ok, pero esas luchas reivindicativas ocurren a cientos de kilómetros de distancia de los bien cuidados parajes turísticos de la IX Región lacustre. En fin, cosas de la "Nueva Forma de Gobernar" que tiene como sus ejes para la zona la difusión turística. Y ahí la gastronomía tiene bastante que decir, o al menos esbozar. 

Era un evento pionero realizado en el hotel El Parque de Villarrica, que según nos contaron off de record insistió al máximo para quedarse con la sede del evento y acá se lo reconocemos (Nota de la Redacción: bien poco comedidos los medios comunicación locales, que a excepción de uno o dos sitios web, se quedaron con generalidades del tipo "en Villarrica" o "en un hotel de Villarrica". Feo). El objetivo de nuestra visita, fuera de unas cuántas horas alejados del smog, era elegir un "Menú de la Araucanía" de parte de cuatro equipos competidores: Curarrehue, Villarrica, Pucón y Araucanía Andina (Victoria, Curacautín, Lonquimay, Vilcún, Melipeuco y Cunco). Más allá de los platos galardonados (convengamos que la modalidad de concurso recordaba actividades tipo "Una Canción para el Verano" de Martes 13), sirvió para tener una panorámica de algunos productos y de ciertas preparaciones tradicionales y no tanto, que conformaron un evento que tuvo su gran valor en ser un proyecto pionero, respaldado por las autoridades de la comunidad y que es de esperar se mantenga en el tiempo, con todas las modificaciones necesarias para que se haga de cara a la gente de toda esa zona. El motivo: sólo así las personas toman conciencia de la calidad de su cocina y productos y podrán proyectarlos frente a visitantes como nosotros en esa ocasión. Un esfuerzo de largo aliento, del esos que escasean pero los que a la larga son los que aportan frutos.

El equipo de Curarrehue comandado por Edith Cumiquir, dirigenta histórica del poblado, captó la mayoría de las miradas y los paladares del  encuentro. Sencillas y directas, dieron en el clavo en la mayoría de sus recetas, mezcla de conocimiento de los productos, sazón de mamá de campo y mucho y atinado sentido común.

Millokines (molienda) de piñones y de piñones en espinacas con carne de vaca asada. Cortesía de las cocineras de Curarrehue, que dicho sea de paso demostraron un desarrollado sentido comercial para mostrar su comida, y que podrá apreciarse durante este verano por esos pagos (es cosa de preguntar por la señora Edith o sus asociadas y listo). Ese fue el plato ganador por unanimidad, aunque sus costumbres indican que esa receta seguramente no será la misma para el visitante. Es que se mueven conforme la temporada provee. Es la ley no escrita del comer mapuche.

El jurado del concurso de la Expo Gourmet Araucanía, a la espera de los platos participantes. Paladares disímiles -y foráneos- buscando dirimir cuál era el plato de la Araucanía. Bien raro en todo caso y que se explica sólo por falta de experiencia en este tipo de iniciativas. 

Esto es fuera de competencia, fruto de la mera casualidad de ir a un cumpleaños en Curarrehue. Se trata de una cocinera preparando los brotes de coligüe de la jornada, y  las manos que se mueven son las de Ana Epulef (la festejada), cocinera del poblado y destacada a nivel internacional (algo la conocen en Santiago, pero su fuerte es la participación en eventos internacionales: no todo tiene que pasar por la capital para existir). Ella considera, basada en su cultura ancestral, que los productos son tomados en su momento preciso y en la cantidad justa para resaltar sus virtudes en la cocina y a la vez preservarlos para más adelante. Algo que desde la distancia citadina parece una novedad, pero es cuento viejo. Uno que no es malo retomar como concepto culinario.

Brotes de coligüe en plena temporada, directamente desde la cocina de Ana Epulef. Textura suave y agardable y con la cocción precisa para quitar el amargor inicial, se transforman en un efímero plato gourmet.

Dentro de la competencia. Uno de los platos del concurso: Cebiche con champiñones y condimentos locales. No digamos muy originario de acuerdo a las bases del concurso, pero fresco y rico. Lo comería si lo ofrecen en la terraza de un restaurante de Pucón, por ejemplo. En todo caso ¿A quien se le ocurre acompañarlo de papas fritas? Una de las curiosidades de la jornada. 

Parece maña, no lo es. Café de grano, por favor, señores de hotel El Parque. Marca la diferencia.

10 comentarios:

Anabella dijo...

Suerte la tuya, hubiera ido feliz. Este tipo de experiencias son las que me atraen. Lástima que generalmente sean difundidas solo a nivel local, x lo mismo gracias por compartir. Espero poder ver todas tus fotos.


Mira tú, que caer justo donde Ana que es ya un mítico personaje de la cocina de la zona; marcada por la estacionalidad de sus productos (cosa común en todo el campo chileno).

¿Y lo de las papas fritas? me ha costado mucho entenderlo, pero sale a colación cada vez que pido a grupos rurales y urbanos confeccionen menú. Casi todos "le llevan papas fritas" los domingos, que es el día de mayor esmero en la cocina y también en las celebraciones. O sea otros codigos.

Gloria Baker dijo...

Hermoso post, tambien me llama la atención lo de las papas fritas, lo hacen para celebrar creo, es como lo máximo, eso creo. Buenas fotos, gloria

Germán dijo...

¿Las papas fritas son las del pocillo blanco?

Al menos podrían haber sido papitas de colores como éstas http://tikachips.com/productos_chips.html

Pame Recetas dijo...

Qué buen paseo y aprendizaje.
En Panamá el ceviche se acompaña de yuca frita, que es una delicia, no veo por qué no papitas.

Un abrazo

Anabella dijo...

Gloria dio con la "clave" con lo que dijo "lo hacen para celebrar creo, es como lo máximo".

Esa es mi apreciación si se quiere hacer "algo especial", para una gran ocasión (lease almuerzo del domingo, fiesta y similares) aparecen las papas fritas.

Mirado con ojos "urbano/gastronómicos" lo que plantea Germán sería buena propuesta; pero las que presentaron en esa muestra ni deben saber que existen esas papitas de colores. Eso sí podrían haber mirado sus preparaciones y de ahí sacar una idea de "acompañamiento/adorno" más ad hoc. Con pan frito o tostado, sopaipillas chiquitas, o algo con papas ... o quien sabe qué?

Desde mi punto de vista, hay que colaborar con estas experiencias y propuestas, aportando en el como ir resolviendo en "forma autóctona" este tipo de ¿problemas?

Ell@s, su cultura y su cocina lo merecen, es tambien la nuestra!

Anónimo dijo...

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Kako dijo...

Que interesante.
Desconozco totalmente la cocina mapuche y lo único que utilizo siempre es el merkén, me encanta.
Me gustaron los brotes de coligues, debe ser interesante probarlos, espero que no sean como los brotes de bambú que saben horrible.
Concuerdo contigo, el ceviche de champiñones es algo muy fresco y liviano, exquisito si es bien preparado pero pierde toda gracias acompañado de unas papas y fritas mas encima.
Encantada de conocerte.
Saludos Kako.

Kako dijo...

Pienso que una buena opción serían papitas hilo pero de las azules, como para darle el toque, considerando que les gustan tanto las papas fritas.
De última, como dice Anabella, unas sopaipillas enanas, etc.
:)

cocinartechile dijo...

Temas como este dan para unas largas conversaciones...
Veo que algunas de las amigas del grupo de blogueras de cocina (chilenas que viven en el país o fuera), se entusiasmaron con tu posteo.
Insisto que actividades como esta, debieran difundirse más, es tan poco lo que sabemos en general de nuestras cocinas regionales.
Carlos: Pendiente, las fotos.

cocinartechile dijo...

¿y que tal con catutos o mollokines al ladito?
Tienen otras preparaciones que quizá armonizarían bien con los champiñones (aunque allá generalmente preparan distintos hongos según la estación, digueñes, changles...)hacen un pan cuyo nombre no recuerdo con harina, papas y levadura.
Un último alcance, supongo lo presentaron con champiñones de los que se compran en el supermercado por la época del año. Ya no era posible encontrar y recolectar en los bosques los de la zona.

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